Vivir en Alemania es sentir todas las temporadas tal cual son, el otoño es el hermoso paisaje de las hojas cayéndose por todos lados, el invierno frío y nevado, no he vivido el verano ni la primavera aquí, pero me imagino que debe ser igual. Estar en Europa es la oportunidad de conocer lugares infinitamente hermosos; aun no tengo la posibilidad de viajar a otro país, primero tengo que conocer éste, y vaya que me he dado a la tarea. Para festejar mi cumpleaños fuimos a Frankfurt, coincidí con unas conocidas latinas en un bar y me la pase muy bien intercambiando experiencias, al día siguiente fui con mi esposo al Castillo de Frankenstein en Darmstadt, una ciudad que esta como a 20 minutos de Frankfurt. Cuando me enteré que ese castillo existía me llamo mucho la atención así que investigue donde estaba y me encontré con que año con año se realiza un evento el día de Halloween y obviamente quise ir. Como toda octubreriana, nacida en medio de estas festividades y tomando en cuenta que lo místico me llama mucho la atención, no pude tener mejor regalo de cumpleaños que ir a ese castillo. Desde que llegas a la estación del tren de esa ciudad todo esta tétrico, de miedo, fue una odisea sin saber alemán el llegar a la estación del shuttle que nos llevaría al castillo. Llegando habia un lounge con cerveza, pizza y salchichas. Como 20 minutos después empezó la procesión de los espantos y con ellos el griterío de niñitas como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario