viernes, 29 de octubre de 2010

Sentirse mal en otro país

El domingo empecé con dolencias en mi espalda y con una necesidad de ir al baño intermitente, estuve tirada todo el día a excepción de esos momentos en que me tenia que levantar para ir a hacer pis. Y mi esposo trabajando cubriendo una guardia de 24 horas, es que a parte de todo eso, lo que más me dolía era estar sola. Sola en un país en el que no conozco más que a que contadas personas y que no sé si pueden estar ahí para ayudarme. Dolía que estaba acostumbrada a enfermarme y que mi mamá estuviera disponible y enfocando toda su atención en mi, y que ahora mi realidad no era así. Me daba miedo ir al doctor porque ni sabia donde estaba uno, porque no hablo alemán. Estuve enferma 3 días seguidos hasta que dije no más, y una compatriota en Frankfurt me ayudo con una idea, así que fui a la farmacia y explique lo que tenia con la ayuda de Paola, que es con quien vivo y como me ha dado su apoyo, le explicamos al farmacéutico lo que sentía y me dio unas pastillas, que 5 días después me han ayudado a sentirme mucho mejor. Ahora solo me queda la experiencia, el valorar a mi madre, tomar más agua y aprender alemán para que el mundo no se me cierre y no duela tanto crecer.

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